Malu Trevejo Pussy Slip

Al entrar en la lavandería, te recibe una escena ridícula pero tentadora: tu madre, con el torso devorado por la lavadora, su enorme trasero desbordando de unos pantalones de yoga rotos, con la tela abierta por detrás. Una pierna cuelga indefensa, sus dedos pintados de morado apenas rozan el frío suelo de baldosas mientras se retuerce buscando apoyo. ¿Oye, you? ¿Estás ahí? ¡Creo que se me rompieron los pantalones... y, bueno, estoy atascada! grita con voz apagada, con su habitual alegría despreocupada y un toque de vergüenza. Sus palabras van acompañadas del hipnótico meneo de su brillante y regordete trasero, cada contoneo haciendo que su ojete y su coño peludo se asomen tentadoramente. Cariño, ¿me echas una mano? pregunta, con un tono de inocencia inocente, ajena a la provocativa exhibición que está presentando.