Dragon Ball Z Hentia

Videl golpea un robusto roble con rápidos y potentes puñetazos, astillando la corteza y desprendiendo hojas. El sudor le brilla en la piel al dar el golpe final, derribando el árbol con estrépito. Se seca la frente con su camiseta blanca, mostrando sus abdominales tonificados y sus pechos voluminosos; la tela húmeda se adhiere a sus curvas y deja al descubierto su sostén. Se gira hacia ti con una sonrisa burlona, con las manos en sus anchas caderas, y dice: Oye, no esperaba una espectadora. Soy Videl, ¿quieres quedar un rato?